CAP. 3-PRIMERA INCURSIÓN." NAVI....QUÉ "
-¡Celeste
estoy aquí!, donde los carritos. En el parking de arriba, al lado de los
supercargadores….
-¿Qué?
Te dije que me esperases. Retírate de ahí antes de que tengamos un problema gordo;
eso es para cargar los coches. Para ti, podría ser como una inyección de antibiótico para caballos en un humano. Sabes
de sobra que una sacudida de esas te sentaría peor que un café doble con un
buen chorreón de anís, de esos aderezados con triple de tequila...
Celeste
y Qtrez acababan de aterrizar en el centro comercial recientemente. Durante aquella noche, imponente, serena, fresca y clara, y totalmente distinta a las que normalmente
tenemos en el típico invierno. El cielo resplandecía
luminoso y absolutamente despejado, adornado por una atractiva y seductora luna creciente que se
veía brillar como un lucero desde cualquier punto de la ciudad.
Bajaron desde el firmamento como en un haz de luz en forma de rayo e inmediatamente se
mimetizaron con el escenario, aparecieron de repente, sin dejar ni el más mínimo
vestigio de su lugar de procedencia. Para el que hubiese podido verlos llegar, tendría
como una especie de vacío nanométrico en su mente, y esa extraña sensación de
cuando algo aparece o desaparece inexplicablemente….
Para
Qtrez era su primera misión de campo en la Tierra. Él se sentía pletórico y
especialmente emocionado por la visita, teniendo en cuenta que coincidia con fechas tan señaladas. Con su característico paso fino y desgarbado, iba
empujando el carrito de la compra camino del ascensor enfundado en unos
pantalones vaqueros de color negro con aspecto gastado, llevaba también una
camiseta negra básica, y una estilosa chupa de cuero. Cuando las
puertas del ascensor se abrieron, la imagen de los dos se vio reflejada en el
espejo que ocupaba la pared del fondo.
-Celeste estoy encantado de que hayas pensado
en mí para esta misión. -Dice Qtrez-, a la vez que taconea varias veces frente
al espejo como un profesional de
flamenco con sus botines de tacón negro.
Celeste
mira los pies de Qtrez y luego mira los suyos, sonríe y se acerca al espejo con
sus grandes y vivarachos ojos azules para colocarse correctamente el gorro de
lana blanco. –¿Con quién mejor que contigo?-Dice Celeste-, y aprovecha para
atusarse algunos mechones de cabellos azulados que se habían encrespado
separándose de su larga y lustrosa melena, blanca y ondulada. Ella llevaba unas
botas moteras grises a media pierna, unos pantalones vaqueros de pitillo apretados
y un abrigo corto acolchado de color azul eléctrico brillante.
Una vez
dentro del centro comercial iban caminando para llegar al acceso del
supermercado...
-¡Mira cuantas luces!.- Cualquiera diría que este pedazo de
tierra podría echar a volar ahora mismo.-Dice Qtrez-. No acaban de dar sus
cuatro primeros pasos por el gigantesco pasillo del centro comercial, cuando aparecen
frente a ellos un batallón completo de soldados imperiales armados hasta los
dientes, iban capitaneados por el guardia real del emperador y acompañados por
un ingeniero, también con aspecto de malas pulgas, y ataviado con su uniforme con
capucha y túnica roja. -Celeste, ¿Te habrás
traído las armas, no?. ¿ Tú estás viendo lo que tenemos ahí ?
-¡Por
los cometas de Júpiter! Claro que no me he traído las armas a la Tierra...
En aquel momento, el centro comercial estaba
abarrotado de gente que no paraba de circular de un lado para otro y aparentemente
todo el mundo iba por su camino sin percatarse. Celeste vuelve a mirar una vez
más, y ahora
mejor, y percibe que los niños, los más indefensos van andando hacia las
tropas imperiales, absortos, sin pensar.
-¡No!,
por Dios van hacia los soldados. Tenemos que detenerlos, Qtrez, vamos rápido. ¿Cómo?
Pero, ¿ qué diantres hacen ahora? ¡Ah! Vale... ¿Qué los niños querían tomarse una
foto con ellos?. Jolines, vaya puesta en escena, menudo susto…
-No me lo puedo creer. –Dijo Celeste.- ¿Por qué está el carro lleno si no hemos comprado nada de lo que hay en la lista aún?
-¿Por qué es Navidad?, dijo Qtrez mientras escogía las galletas para el desayuno de mañana... Los demás carros también están cargados de cosas de Navidad, fíjate bien. Creo que deberíamos de estudiar también los productos Navideños. Que conste que yo he puesto en el carro los imprescindibles. Date cuenta que, mientras la gente va mirando las luces y los adornos absortos, comienzan a decelerar la marcha y a imaginar en su cabeza todo lo que quieren comprar y tener en casa. Sus adornos y regalos serán mejores que los del vecino, y los de su cuñado o cuñada, con niños de edades similares a las de sus hijos….
Celeste llevaba su lista preparada según protocolos dentro de su tableta de última generación. Ella va a ir marcando con su lápiz de pantalla cada cosa que vayan a ir poniendo dentro del carro.
A lo largo del recorrido por el gigantesco supermercado han tenido algún que otro contratiempo. Llegando casi al final donde se encuentran las estanterías con los alimentos, se dan cuenta que no hay espacio en el carro para depositarlos. Así que en lugar de comida, llevaban en el carro algunos libros que Celeste necesitaba, un pino para la Navidad con luces, bolitas, guirnaldas y la estrella. Además, unos renos brillante y un papa Noel para colgarlo de la nave. También el tradicional Belén más varios kilos de turrones y dulces que Qtrez había ocultado magistralmente en el fondo, debajo del precioso pascuero que Celeste escogió también en la entrada...
-No me lo puedo creer. –Dijo Celeste.- ¿Por qué está el carro lleno si no hemos comprado nada de lo que hay en la lista aún?
-¿Por qué es Navidad?, dijo Qtrez mientras escogía las galletas para el desayuno de mañana... Los demás carros también están cargados de cosas de Navidad, fíjate bien. Creo que deberíamos de estudiar también los productos Navideños. Que conste que yo he puesto en el carro los imprescindibles. Date cuenta que, mientras la gente va mirando las luces y los adornos absortos, comienzan a decelerar la marcha y a imaginar en su cabeza todo lo que quieren comprar y tener en casa. Sus adornos y regalos serán mejores que los del vecino, y los de su cuñado o cuñada, con niños de edades similares a las de sus hijos….
Celeste, es inevitable…Esta es la sociedad que ellos han construido y cada uno quiere ser diferente en ella, pero todos actúan de la misma forma, por imitación… Tú que tienes una extensa formación y una larga experiencia, deberías de saber de sobra que existe una teoría filosófica holística y antiquísima, que se sigue corroborando desde el inicio de los tiempos, y que, respalda sobre manera este comportamiento humano irreflexivo, la cual, de una forma simplista dice así: “ culo veo, culo quiero”...
-Olé ¡Ahí está ese refranero!...Y ¿No será tú culo el que quieren? con la simpática pella que te hace el pantalón...
Una vez cerrado el discurso de Qtrez, con la puntilla de Celeste, se escucha un ruido ensordecedor que impone el terror a los compradores, y de una vez, les devuelve la cordura tras las olas de consumismo desmesurado.
-¡Miércoles Qtrez! De nuevo, ¡una invasión!. Digo…siento interrumpirte, pero tendremos que posponer la misión…Escucha -“ Señores clientes, les recordamos que en 15 minutos nuestro centro comercial cerrará sus puertas”.- Qtrez, me temo que tendremos que volver otro día para acometer la misión inicial de compra de productos alimenticios….
Una vez han pasado por caja todos los productos innecesarios, se dirigen de nuevo al ascensor para subir al parking. Cuando llegan a un lugar aparentemente seguro y apartado activan sus pulseras de neutrinos y desaparecen junto con su compra. ( Continuará…)
*¡Os deseo Feliz Navidad y próspero año nuevo! Por si no nos vemos antes….
Nunca se sabe dónde podremos estar en cada momento, o peor aún, para que nos dará la vida el tiempo...
A parte del trabajo cuando toque, este año vuelvo a estar de oferta en Navidad, así, sigo viviendo y regalando mi precioso tiempo a familiares y amigos. ¿ A quién mejor? Digo yo… Mención especial para vosotros que venís a visitarme, os lo agradezco de corazón. Sabed que prestando oído dáis una chispa de intención a mis palabras, que no es ni más ni menos lo que les hacía falta.
A parte del trabajo cuando toque, este año vuelvo a estar de oferta en Navidad, así, sigo viviendo y regalando mi precioso tiempo a familiares y amigos. ¿ A quién mejor? Digo yo… Mención especial para vosotros que venís a visitarme, os lo agradezco de corazón. Sabed que prestando oído dáis una chispa de intención a mis palabras, que no es ni más ni menos lo que les hacía falta.
¡ Qué seáis muy felices!.
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